¿Alguna vez te has preguntado por qué, a pesar de todos tus logros, sigues sintiendo miedo de ocupar el espacio que te corresponde?
Este miedo, que nace de creencias limitantes, es uno con el que muchas de nosotras vivimos, creyendo que jugar en pequeño es más seguro. ¿Cuántas veces ha evitado oportunidades para no parecer demasiado?
Hoy quiero hablarte de un miedo profundo, uno que me acompañó durante años: el miedo a reconocer mi propia grandeza y ocupar mi espacio. Este miedo, enraizado en la sensación de no merecimiento, me mantuvo atrapada en un ciclo de autosabotaje. ¿Te sientes identificada?
El miedo al nerecimiento: ¿te estás autosaboteando?
Sentir que no mereces más de lo que ya tienes es una de las creencias más limitantes que existen. ¿Cuántas veces has evitado una situación donde podrías brillar porque sentías que no lo merecías?
Yo lo hice durante mucho tiempo, creyendo que estar en el centro del escenario me haría parecer arrogante. Pero lo cierto es que reconocer tu valor y ocupar tu espacio no es arrogancia; es un acto de autoaceptación y autocompasión.
El miedo al reconocimiento de nuestra grandeza nos hace jugar en pequeño, y esto no solo afecta nuestras oportunidades de crecimiento, sino también cómo nos presentamos al mundo.
¿Cómo podemos inspirar a otros si seguimos escondiéndonos detrás de nuestras inseguridades? Cuando dejamos que este miedo nos controle, estamos negando nuestra capacidad de influir positivamente en los demás.
¿Por qué jugar en pequeño está limitando tu vida?
Evitar nuestra grandeza significa vivir una vida limitada, donde las oportunidades de crecimiento se escapan. Nuestra voz se silencia porque tememos el juicio que podría venir con brillar demasiado. ¿Te preocupa que los demás piensen que eres “demasiado”? Nos contenemos, intentando no sobresalir, pero en ese proceso perdemos la autenticidad que nos hace únicas.
La verdad es que cuando te escondes, no solo estás negando tu grandeza, sino también el impacto positivo que podrías tener en quienes te rodean. Yo misma lo experimenté: me encontraba frenada, contenida, evitando sobresalir por miedo al qué dirán. ¿Hasta cuándo vas a permitir que ese miedo te limite?
¿Cómo empezar a reconocer tu grandeza hoy?
Hoy estoy dando pequeños pasos para desafiar ese miedo, y quiero invitarte a hacer lo mismo. Él comenzó a practicar la autoaceptación, reconociendo que merezco ocupar mi espacio y establecer límites saludables para proteger mi energía.
Mi marca personal ha sido el medio a través del cual exploré nuevas formas de expresar mi grandeza, entendiendo que al hacerlo, inspiro a otras mujeres a hacer lo mismo.
Si este miedo resuena contigo, te animo a que tomes también esos pequeños pasos. Aquí tienes un ejercicio sencillo para empezar:
- Anota tres logros personales que demuestren tu valor. No importa si son grandes o pequeños, lo importante es que reconozcas su impacto.
- Comparte tus metas y sueños más grandes con alguien cercano, alguien que te apoye y te anime a ir más allá.
- Busca inspiración en comunidades que promuevan la autoaceptación y el crecimiento personal. Rodéate de personas que no teman brillar y te inspiren a hacer lo mismo.
El compromiso: romper el ciclo del miedo y a ocupar espacio
En el próximo mes, me comprometí a proclamar mi grandeza con confianza. Participaré en eventos que desafíen mi zona de confort y destaquen mi valor. Lo hago porque merezco ocupar mi espacio, pero también porque sé que al hacerlo puedo inspirar a otras mujeres a soñar en grande y liberarse del miedo al merecimiento.
¿Y tú, estás lista para dar el paso? Si sientes que es momento de reconocer tu grandeza, te invito a unirte a mí en este viaje de autodescubrimiento y liderazgo personal. Agenda tu Sesión de Claridad y juntas exploraremos cómo puedes comenzar a transformar tu manera de verte a ti misma y cómo te presentas al mundo. Es hora de brillar sin miedo y reclamar el espacio que siempre ha sido tuyo.
¿Cuánto más vas a esperar para ocupar tu espacio?
Si sigues viviendo bajo el miedo de tu propia grandeza, estarás limitando tu vida y las oportunidades que el mundo tiene para ti. Recuerda: reconocer tu valor no es arrogancia, es autoaceptación. Deja de jugar en pequeño, porque el mundo necesita tu voz, tu autenticidad y tu grandeza. Si deseas dar el siguiente paso, estoy aquí para guiarte. Contáctame por WhatsApp y comencemos juntas este camino hacia el liderazgo personal.
Hasta el próximo post,
Zan